La operación lanzada por Pedro Sánchez es un asalto de emergencia a su propio partido para liberarlo de quienes lo tienen secuestrado: los barones.
Es una acción in extremis y por tanto de riesgo, como todas lass de los Geo, que puede acabar muy bien o cobrándose cadáveres.Pero sin duda es audaz y valiente y realmente apuesta por un PSOE radical, de izquierda y diferenciado del PP. Sánchez cree que el Partido Socialista solo saldrá de sus bajos niveles de aceptación en las urnas, si se distancia y se enfrenta al PP, y dejarle gobernar, entiende el Secretario General del PSOE, es dar la razón a quienes creen que existe un PPSOE.
Se intentará el derribo de Sánchez desde el tremendo aparato socialista, y él hará lo posible por resistir, también por propio instinto de supervivencia, pero es cierto que no se puede decir NO a Rajoy pasar a la oposición al mismo tiempo. El mandato del Comité Federal es hoy por hoy no apoyar la investidura de Rajoy y buscar otra alternativa de Gobierno encabezada por el PSOE, y lo que busca ahora Pedro Sánchez ante el bloqueo mutuo Ciudadanos-Podemos, es tener las manos libres para intentar el dificilísimo pacto con los de Iglesias y con los nacionalistas-inde
pendentistas, que son y están, y ante hay que negar sus pretensiones soberanistas, pero a los que no se puede ignorar ni demonizar. Porque si la antigua Convergencia y ERC, forman parte del Parlamento español gozan de la legalidad y de la capacidad de voto como diputados. Si hubiera algún motivo apoyado en la Ley para privarles de ella que se haga, mientras tanto es mejor entenderse con ellos que enconar más la relación para ganar más adeptos a la causa independentista.
El Geo Sánchez, ha decidido ir al asalto. Puede que le neutralicen, pero si no, su éxito será innegable y su libertad para actuar, inmensa. Otra cosa es que esa fuerza le permita lograr un pacto con el imprevisible secretario general de Podemos y con los grupos catalanes sin aceptar el referéndum que piden como condición. Es misión casi imposible, pero sin duda es una apuesta valiente que si saliera adelante pasaría a ser uno de los capítulos más brillantes del socialismo español, pero que tiene el riesgo de sumir al PSOE en una crisis sin precedentes de la que tardará muchos años en reponerse.